Empezamos con el famoso turrón de chocolate con arroz inflado que tanto nos gusta y resulta que ¡¡es muy fácil!! o al menos así lo hacía parecer Catacho.
Sus habilidades como repostero se entremezclaron con su gran don de gentes y su buen caracter de tal manera que al final resultó una interesante actividad donde, además de aprender a hacer turrón pasamos un buen rato entre amigos.
Turrón de nata y nuez, de yema tostada y uno especial llamado "Asocastrona" hicieron las delicias de los asistentes que tomamos buena nota con los apuntes que nos había preparado Catacho y su buena pinche Ruth.
Además todos pudimos llevarnos una muestra de estas "delicatesen" que habíamos contemplado crear por lo que nuestros amigos y familiares comprobaron lo rico que está el turrón casero cuando lo hace un buen repostero.
Sin duda una gran experiencia que compartimos unas 34 personas y que todos estamos deseando repetir.
¿Un turroncito?
No hay comentarios:
Publicar un comentario