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Tras dos años de parón a causa de la pandemia, Asocastrona hemos vuelto a poner nuestros pasos sobre el Camino de Santiago siguiendo la ruta de Levante. Durante tres días hemos caminado por tierras gallegas y compartido experiencias con sus acogedoras gentes.
El primer día, un grupo de siete
caminantes salimos desde A Gudiña, lugar donde hicimos llegada en nuestra
última etapa recorrida en 2019, hacia Campobecerros. La ruta estuvo marcada por
la incesante lluvia y a ratos por el fuerte viento, lo que hizo de nuestra
etapa un ejercicio de auténtica superación personal. Pese a ir preparados para
protegernos de la lluvia, llegamos a Campobecerros mojados hasta los huesos.
Nos alojamos en el albergue, donde pudimos secarnos y reponer fuerzas. Campobecerros
celebraba ese día la fiesta del Magosto,
lo que nos brindó la oportunidad de compartir momentos de ocio con sus vecinos
y disfrutar de un día realmente bonito.
El segundo día amaneció con
niebla, pero al poco de poner nuestros pies en el Camino esta desapareció para
dar paso a un sol radiante que nos acompañó durante toda la etapa. El buen
tiempo hizo que esta vez sí pudiéramos disfrutar a lo grande de la compañía, de
los bellos paisajes de Ourense, de los pueblos que atravesamos, de su
arquitectura y de los servicios que ofrecen para el peregrino. Como en As
Eiras, donde topamos con Casa Ultreia un punto de apoyo al peregrino en el que
disfrutamos de una agradable y reponedora parada.
Llegamos a Laza donde pasamos un día
estupendo de convivencia. Comimos estupendamente en Rte. El Descanso do
Peregrino, tuvimos tiempo para descansar en las estupendas instalaciones de Pensión
Blanco Conde y posteriormente de hacer turismo conociendo los lugares de
interés, así como la hostelería local.
El tercer día la lluvia volvió a
hacer acto de presencia y el grupo decidió no salir a caminar, con la
experiencia bajo la lluvia del primer día habíamos tenido bastante. Hicimos el
recorrido previsto para caminar pero en coches, parando en los lugares de
interés de la etapa. En Alberguería visitamos El Rincón del Peregrino, un
establecimiento pensado para atender las necesidades del peregrino. Está
decorado con miles de vieiras con mensajes y firmas de los peregrinos que han
pasado por allí a lo largo de los años. Por supuesto dejamos la nuestra. Su
dueño nos enseñó el albergue del que también es propietario, un lugar con sabor
a antaño del que emanaba un encanto muy especial. La siguiente parada fue en Vilar
de Barrio, el pueblo donde inicialmente teníamos previsto dar por finalizada
nuestra caminata 2022. Allí la fuerte lluvia no nos permitió conocer mucho del
pueblo salvo el bar donde nos refugiamos y el albergue de peregrinos que
visitamos.
En 2023 Volveremos, esperemos que
con mejores condiciones climatológicas para caminar.
¡Santiago está cada vez más
cerca!
¡Ultreia!
PD: Gracias a Carlos por hacerse cargo del vehículo de apoyo y logísticas varias.
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