domingo, 27 de febrero de 2022

Regresa el evento central del Carnaval de Castronuño con los Versos de Las Quintas de 2022 en el “Domingo Gordo”

 


"Para cantar mi mente quiero un verso pagano" (Francisco Villaespesa)

Tras echar un trago, la "valiente",  respira aliviada. Mirada fija en un punto indeterminado del horizonte. Toma el aliento necesario que le permite continuar con energía su discurso, hasta concluir su cadenciosa trova con el consabido: "- ¡He dicho señores!" Golpean el asfalto las herraduras del penco justo antes de que arranque la ovación del respetable ¡Bravo! ¡Di que sí! ¡Ahí le has dao! Caras de emoción contenida entre amigos y familiares.

Ana es la primera de las cuatro jóvenes que protagoniza el ritual. Sitúa su corcel bajo el avión de madera del que cuelgan las cintas y se hace el silencio. Comienza la declinación genealógica de familiares como carta de presentación. Relata: "Estudio 2º de bachillerato, el instituto se va a acabar, empezaré una nueva etapa, comenzaré la universidad. Quiero estudiar Magisterio para ser maestra algún día, es la profesión de mi madre y también la de mis tías". Además de mencionar sus andanzas juveniles, a sus amigas, a su hermano, la admiración por sus padres, Ana desliza entre líneas la pandemia que sufrimos, cómo afectó a Castronuño la quinta ola, y dedica un sentido homenaje al personal sanitario y a los servicios esenciales. Pide a los políticos que "den más dinero a la ciencia, sueldos y trabajos dignos para los trabajos esenciales". Tal vez Ana conozca que la reforma laboral aprobada hace un mes va de eso, precisamente.

A continuación, toma la palabra Aitana quien inicia su verso listando a sus familiares para que el público la ubique. Prosigue con "las aficiones que tengo, heredadas de mi padre: caballos, galgos y caza, juerga, fiesta y desmadre". "Los estudios no me apuran, mi vida está controlada, y le he prometido a mi madre: ¡no te preocupes por nada!, que acabaré el bachiller antes de estar jubilada". Toda una declaración de intenciones. Las anécdotas vividas, alguna liviana y otras de mayor tono, que pusieron en riesgo la seguridad vial. Se lamenta de no haber podido celebrar la juerga nocturna que antecede al domingo gordo en sitio cerrado. "Pido perdón si al hablar, alguien se sintió ofendido, hoy domingo carnaval creo que está permitido".

Es el primer año que los festejos previos al Carnaval se celebran con las restricciones y cautelas obligadas por la pandemia del coronavirus, todavía vigente. Y aunque la 'sexta ola' va progresando hacia una tendencia regresiva no hay que bajar la guardia en la prevención, ya que la incidencia todavía es elevada. Desde esa cautela se acordó entre la Corporación municipal y las quintas utilizar espacios abiertos para la fiesta nocturna y las charangas que anteceden al Domingo gordo. Porque la salud debe ser primero que la fiesta. Y los once millones de contagios y 99.410 fallecidos por Covid registradas en España hasta la fecha de hoy nos lo deben recordar. La Casa consistorial contribuye con una subvención fija para cubrir parte de los gastos destinados a las celebraciones y facilita recursos para que se puedan llevar a cabo. Pero se deben cumplir las medidas restrictivas que siguen vigentes a día de hoy.


En tercer lugar interviene Luna. En su presentación de encuadre quiebra su voz al mencionar a su difunta madre y el emocionado público corresponde con un sentido aplauso. "Madre siempre quisiste verme vestida de quinta hoy tu deseo he cumplido viniendo a correr las cintas". Esta estudiante de enfermería relata anécdotas deportivas y sus apuros gastronómicos al realizar un intercambio de estudios en Francia. Remarca la figura de su abuelo el "Barris", personaje querido en el pueblo a quien Asocastrona concedió el Premio "Valores" en 2019. Luna promete sacar cintas para su hermana y padre, además de una muy especial para su madre siempre presente en su corazón. Ovación cerrada!.


La melodía taurina anuncia el cambio de tercio. Miriam se acerca muy emocionada al punto central del recital. Recupera la compostura y comienza su verso con la consabida presentación. En un momento señala que "es necesario admitir que por la sangre de mis venas corre la guardia civil. Guardia civil es mi padre, así como sus hermanos, pues también lo era mi abuelo y yo quisiera intentarlo". "Mi intención es pues seguir con la saga familiar sacarme la oposición y a mi padre jubilar".

Y así fueron hilando los discursos las cuatro quintas a caballo. La ceremonia que se dio en llamar los  "Versos de los Quintos", proviene de los jóvenes que, por sorteo, debían cumplir la obligación de incorporarse al ejército de la corona de Carlos III, en su inicio, y al servicio militar obligatorio posteriormente, hasta su extinción.

En 2022, Aitana, Ana, Luna y Miriam son las amazonas que ocupan el escenario del pago de Carretejar, en la carretera de Alaejos a Toro. Cada una en su corcel. Engalanadas con su mantón bordado al torso y su sombrero decorado con cintas azules, rojas, blancas, amarillas. Recitan, en tono de humor, algunos de los episodios más importantes de su joven existencia, que han sido cuidadosamente preparados por algún familiar o amigo con oficio en estas lides. Valga el homenaje también para los autores de las coplas, que buen mérito tienen. Ellas han de cuidar el ritmo del discurso, el traqueteo de la rima, las pausas para dar paso a las risas o a los aplausos. Aitana, Ana, Luna y Miriam lo han preparado a conciencia y tan solo se permiten algún lapsus, casi imperceptible, fruto de la emoción o de los nervios. El trabajo previo de preparación da su fruto y los vítores del público lo van confirmando.

Llega el momento de 'correr las cintas'. Las quintas cabalgan por turnos, calle arriba calle abajo, pasan por debajo del antiguo avión de madera, del que cuelgan cintas que han de sacar con la ayuda de un punzón y que luego reparten entre sus seres queridos.

Para redondear el fin de semana, se celebra también la segunda edición de las 'Jornadas de Degustación del Pincho de Gallo de Corral'. Este evento culinario viene organizado por algunos de los bares y restaurantes del pueblo -restaurante Guacamayo y Castrobar 'Sevilla'- que quieren contribuir a la efeméride ofreciéndonos el tradicional plato recuperado de la fiesta de Las Quintas y que, igualmente, cuenta con el apoyo del Ayuntamiento. Porque ésta es una fiesta de todos, mientras todos quieran seguir con esta bonita tradición.

La mayoría hemos comprendido que, en estos tiempos de pandemia en los que seguimos involucrados, la vía más prudente de celebración es el espacio abierto donde se puede ejercitar la alegría siguiendo las normas de prevención sanitaria y guardando la apropiada distancia segura.

Desde mi posición de observador cada vez más cercano a lo que acontece en el pueblo, compruebo, año tras año, cómo viven castronuñeros, socios de Asocastrona, los versos de los quintos, con una especial emoción que rememora su paso por aquella ceremonia, con mezcla de agrado y añoranza. Me explican las andanzas de su quintada. Unos me dicen que no hace tanto las fiestas nocturnas se celebraban en naves o garajes privados sin subvenciones municipales, sino con recaudaciones solidarias de la población. Otra me dice que la primera vez en que participaron mujeres como quintas fue en 1983. Algunos que no echaron el verso, pero que sí echaron el resto festejando con su pandilla los días y noches previas. Hablan de ir a buscar el aguinaldo, o del tamaño de su gallo, criado para lustre y posterior deleite gastronómico. Me transmiten esa nostalgia inolvidable y agradable de haber superado el rito, jalonada de un sinfín de anécdotas llamativas, algunas inverosímiles para las circunstancias de hoy en día. Pero fueran otros tiempos pasados o los que hoy día galopan insidiosos, quienes celebraron la quintada de su año, prepararon su verso con ilusión, trotaron a caballo desde el Ayuntamiento hasta Carretejar, alzaron su voz para recitar sus días adolescentes ante su multitud cercana, quienes pasaron, al fin, por el trago de echar su verso disponen de una privilegiada sensación común, que les perpetúa como propios de un lugar, enlazados para siempre con su generación y continuadores de una amable y pacífica tradición que les hace grandes. Y por todo ello ¡Vivan las Quintas de 2022!

F.R.P.L