martes, 5 de noviembre de 2013

Sieteiglesias, Castronuño, Villafranca, Toro ¡Buen Camino!


Un total de 30 personas con edades comprendidas entre los 12 y los 75 años, participaron en el peregrinaje de la etapa del Camino de Santiago, Ruta de Levante, Sieteiglesias  de Trabancos – Toro, (31.5 km) pasando por Castronuño y Villafranca. Entre los participantes, se encontraban nueve miembros de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Levante, que se desplazaron desde Valencia para caminar junto a nosotros. El resto de los participantes provenían en su mayor parte de Castronuño, aunque también contamos con personas provenientes de Villafranca de Duero, Valladolid, Zaratán y Madrid.


El lugar de quedada fue la Plaza de la Constitución de Castronuño para desde ahí, dirigirnos en vehículos particulares hasta el Hotel Los Toreros en Sieteiglesias de Trabancos, donde cada participante recibió y selló su credencial de peregrino. 

 
A las 8:20 horas comenzamos a caminar, cada cual a su ritmo y a su manera, puesto que el camino ha de ser una vivencia personal que cada peregrino ha de vivir a su modo. Los motivos por los que cada peregrino se decide a hacer el camino son también muy personales y particulares como puede ser el senderismo, estar en contacto con la naturaleza, con otras personas, hacer turismo, y razones espirituales o religiosas… seguro que cada participante tenía el o los suyos.

 
 
Salimos de Sieteiglesias entre campos de cultivo a ambos lados del camino, alguna leve subida y bajada. El paisaje empieza a cambiar poco a poco a medida que nos acercamos a Castronuño. La orografía muestra más desnivel, la mayoría en bajada, y comienzan a aflorar ante nuestros ojos zonas más arboladas. De fondo, desde lo alto, el río Duero nos insinúa su presencia bien arropado por las distintas tonalidades de verde y amarillo que desprende la Reserva Natural Riberas de Castronuño – Vega de Duero en esta época otoñal del año.




La llegada a Castronuño fue escalonada. Los más “andarines”tardaron media hora menos que el grupo más rezagado. En la biblioteca municipal nos esperaba Epifanio Modroño, Alcalde de Castronuño, para plasmar el sello que sería testigo del paso por nuestro pueblo. Algunos de los participantes pararon en el Bar Casa Pepe para reponer fuerzas tomando un tentempié, otros prefirieron no dejar enfriar las piernas y prosiguieron sin más su peregrinaje camino a Villafranca de Duero. Algún participante dio por acabado aquí su camino, a la par que otros se unieron a él.


El tramo del Camino entre Castronuño y Villafranca es el más irregular de toda la etapa, con constantes subidas y bajadas. Nada más salir de Castronuño, tras una bajada entre pinares y refugiada en el fondo de una alameda, encontramos la fuente de San Lázaro, a partir de la cual, el paisaje vuelve a envolvernos entre los campos de cultivo. Echando la vista hacia nuestra derecha, al fondo, el festival de colores de las riberas de Castronuño parece resistirse a decirnos adiós.


Llegamos a Villafranca de Duero por la zona de las bodegas. Nada más entrar al pueblo, nos esperaba María Fonseca para sellar nuestra credencial de peregrinos. Da gusto llegar caminando a un pueblo y encontrarse con la acogida y amabilidad de quien ama el camino.

 
 En Villafranca habíamos sido invitados a un descanso en la casa de Hermi, una de las participantes. Nos agració con café, que fue acompañado de las madalenas y palmeras Xokoreto que aportó Asocastrona, haciendo que ese alto en el camino fuera tan reparador como agradable.
 
 
 
La salida de Villafranca fue en tres grupos que partieron con una diferencia de quince minutos entre cada uno de ellos. Aquí también se añadió más gente a la marcha y hubo un participante que la dio por acabada. En Villafranca, el camino comienza a discurrir paralelo al Duero. Nada más salir del pueblo, nos encontramos con el bonito paraje de “Las Peñas”, donde un capricho de la naturaleza hace que el río pueda ser casi atravesado a pié, saltando de roca en roca.



Caminamos varios kilómetros sobre un camino asfaltado, entre cultivos y alguna zona arbolada que nos indica que el río está muy próximo. Aquí todo el camino es llano, desde muy pronto la colegiata de Toro se muestra en lo alto indicándonos el final de nuestra etapa, pero aún quedaba buena parte de nuestro camino por recorrer hasta llegar a ella. Atravesamos varias fincas y zonas de chalets y pinares. El Duero, que hacía rato se había separado de nosotros, volvió a acompañarnos durante el último tramo. Estábamos en La Vega de Toro y algunas piernas empezaban a resentirse. El último tramo de la etapa es de especial belleza, la colegiata se muestra cada vez más cerca y da la impresión de que puede cogerse con la mano. Junto al río, la antigua calzada romana, que rodeada de árboles nos lleva hasta el puente romano de Toro. Este, aunque está muy deteriorado, merece la pena ser atravesado y contemplado. La llegada a Toro es el “Tourmalet” de la etapa. La vía del tren impide el paso por el que sería el trayecto más corto y las flechas que marcan el camino nos llevan a dar un necesario rodeo que se hace muy cuesta arriba y sirve de colofón a la etapa.



 
        

Una vez en Toro, los participantes nos reencontramos, (aunque alguno ya había regresado a Castronuño puesto que el primer grupo llegó hora y media antes que el último) y entre estiramientos, refrescos revitalizantes y buen humor, comentábamos las anécdotas de la jornada y las sensaciones positivas de la experiencia realizada. Algunos sellaron la credencial que acredita el paso por Toro en la Oficina de Turismo y otros en La Colegiata.


Desde Asocastrona queremos reconocer y agradecer el gran trabajo que ha realizado la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Levante durante los últimos años en la perfecta señalización de toda la etapa. También queremos agradecer a todos y cada uno de los participantes que nos han acompañado en esta actividad por la buena acogida de la misma y como no, ¡FELICITAROS A TODOS! por el esfuerzo realizado y por el buen ambiente que se palpaba a cada paso del camino.
Sin duda, ¡UN BUEN CAMINO!
 
 
Video: El Camino de Santiago a su paso por Castronuño  http://youtu.be/fi3FT_NZkng



martes, 15 de octubre de 2013

Haciendo el Camino


El próximo día 2 de noviembre, Asocastrona vuelve a ponerse en marcha, esta vez caminaremos para recorrer los 31.5 kilómetros de la etapa 26 del Camino de Santiago por la Ruta de Levante. Esta etapa, discurre desde Sieteiglesias de Trabancos hasta Toro, pasando por Castronuño y Villafranca de Duero.

Una vez que tengamos el listado de personas que se hayan inscrito como participantes, nos reuniremos para administrar óptimamente los vehículos de los que disponemos, tanto para ir hasta Sieteiglesias como para volver de Toro, donde se dejarán estacionados la noche antes varios vehículos a fin de utilizarlos como transporte de vuelta a Castronuño.
Comenzaremos a caminar a las 08:00 h. en Sieteiglesias, haremos paradas de avituallamiento en Castronuño y Villafranca. La parada para comer se decidirá sobre la marcha en función de  cómo transcurra la misma. La hora estimada de llegada a Toro será en torno a las 16:30 de la tarde.
Durante la marcha dispondremos en todo momento de un coche escoba que aunque no viajará con nosotros, estará cercano y disponible por si hubiera algún percance que requiriera su presencia.
Cada participante deberá llevar agua suficiente para abastecerse, así como su comida. Recomendamos llevar ropa cómoda, calzado adecuado y no cargar en la mochila más de lo necesario.
Quien quiera participar y no quiera hacer  la etapa entera por el motivo que sea, tiene la opción de hacer el tramo Sieteiglesias-Castronuño o bien Castronuño-Toro.

ES IMPORTANTE QUE QUIEN QUIERA RECIBIR LA CREDENCIAL DE PEREGRINO, SE INSCRIBA ANTES DEL DÍA 21 DE OCTUBRE, TRAS RELLENAR Y ENTREGAR UNA FICHA QUE PONDREMOS A VUESTRA DISPOSICIÓN EN BAR RESTAURANTE CASA PEPE.

¡Anímate a acompañarnos!

domingo, 15 de septiembre de 2013

Gyncana San Miguel 2013. Diversión para tod@s

 

 

El sábado 14, dentro de los festejos de las pre-fiestas de San Miguel 2013, Asocastrona organizó una divertida gynkana en la que participaron alrededor de 50 vecinos y vecinas de todas las edades.

La gyncana consistió en 8 divertidas pruebas que los cinco equipos que se formaron debían de superar consiguiendo la mayor puntuación posible. 
Un juego de paracaídas (amablemente prestado por Cruz Roja Juventud) hizo las delicias de todos los participantes. La segunda  prueba consistía en conseguir quitar el mayor número de pañuelos anudados a una maroma. A continuación, los participantes tenían que encontrar  el mayor número posible de parejas de cartas en dos barajas distintas. Otra prueba estaba basada en el juego del  “Scatergoris”, esta vez había que mostrar el dominio de la lengua por parte de los participantes. Seguidamente les esperaba una prueba de puntería que estaba formada conjuntamente por  el juego de la rana y el de derribar bolos. Tras este, un concurso de cortes de salón con un carretón en el que los concursantes hicieron gala de buen estilo, gracia, salero y valor.  En la recta final, los jugadores tuvieron que demostrar sus dotes teatrales en una prueba de mímica, y para finalizar, una divertida prueba consistente en explotar globos con las posaderas al sentarse en una silla.
Finalizada la gyncana, en la que todos/as los participantes fueron ganadores de una tarde de convivencia y diversión, todos los participantes repusieron fuerzas en una merendola organizada por el ayuntamiento. Tras ella, se hizo entrega de los premios a los integrantes de los equipos. Dos de los equipos recibieron unas camisetas  donadas para la ocasión por la casa rural “Flor del Duero”. A los tres primeros equipos clasificados se les hizo entrega de unas bonitas medallas de “oro, plata y bronce” fabricadas en goma eva.