domingo, 23 de junio de 2019

Quedada Senderista. Sendero del Arroyo del Caño. "De todo lo visible e invisible"


           En la mañana de este domingo 23 de junio y en el día mágico para todas las culturas, víspera de San Juan, del solsticio de verano hemos realizado esta ruta circular señalizada,llamada "Sendero del Arroyo del Caño."

Un nutrido grupo de miembros de Asocastrona salimos por la mañana desde la misma orilla del río "a contracorriente" de muchas rutas que en Castronuño concluyen en el Padre Duero. Es decir, remontando el arroyo del Caño, en dirección al Puente Tres Ojos, al Camino de Vadillo, para torcer hacia Poniente y retornar por el Camino del Barrero.

En teoría es una ruta buscando las tierras de secano ahora preciosas con los trigos y cebadas ya espigados o cosechados. Sin embargo, la Madre Agua, la razón de ser de tantas fuentes y arroyos que históricamente surcaron nuestro término siempre se aparece y reaparece. Del agua brotan por doquier las alamedas, hijas de esa agua subterránea, los verticales hermanos árboles que nos acompañaron desde la desembocadura del "Caño" hasta la curva final del Camino Vadillo. Los caminantes nos preguntábamos pisando el cauce seco dónde estaba el agua de antaño que era vida y se convertía en un caudal de vivencias de nuestros antepasados; los cientos de árboles nos respondían que el agua y la vida no mueren, a pesar de tantos atropellos del auto proclamado Homo Sapiens. 
Que el agua y la vida perviven en el subsuelo por toneladas esperando el nuevo despertar de Gaia. 

El viaje matinal de estos veinte caminantes por el curso seco del Caño no nos llevó entonces a la melancolía sino a la contínua esperanza verde de la naturaleza.

Nuestra estival Odisea, como nuevos Ulises, se convertiría después en ruta circular subiendo hacia Poniente por el Camino del Barrero. Oteamos allí arriba, ya trasformados en águilas cuya mirada ve incluso lo invisible más allá de lo visible, la espectacular panorámica de Castronuño y la Vega del Duero, llegando nuestra vista al norte de las tierras de Toro y al Oriente de las de Tordesillas.

Pasamos por el antiguo paraje del Barrero, donde se recogía antaño el barro para hacer cerámica: allí donde la mano de nuestros ancestros alfareros hacía arte y servicio de forma inseparable. Recordamos la cerámica de los vacceos de Pintia, excursión posible en el futuro donde un puñado de arqueólogos se empeñan en otro proyecto utópico-esperanzado-realizable de los que nos gustan a los Asocastron@s.

En el merecido descanso al final del camino Asocastrona y su creatividad siguió generando nuevos proyectos: Festival Multicultural de Agosto, excursión a Sieteiglesias, carteles en lugares etnográficos:"Ajuntadero, etc..", visitas al depósito de agua y EDAR, etc.

Una vez más creando una Sociedad de la Convivencia y la Cultura como alternativa a otras ofertas que se nos venden para el fin de Semana. Una vez más os invitamos a tod@s a participar, ya somos casi cien soci@s...

Nuestra promoción es que los lunes (y siempre) sientas que lo que estás haciendo con la vida y junto a los demás tiene sentido y no se te ha escapado el ocio como humo y vacío. Eso nos han susurrado los árboles del Caño: que sus vidas, ejemplos de hospitalidad, siempre han tenido un sentido absoluto.




















jueves, 13 de junio de 2019

Excursión cultural a Portillo.

Si el sol de principios de junio siempre es bien recibido, ese día se nos convirtió en una verdadera pesadez, ya que prácticamente todo el día aguantamos 33º, no obstante mejor sol que lluvia y mejor calor que frio.

Después de una planificación perfecta por parte de Rosana, aprovechando su vecindad en el stand de la feria de turismo Intur, nos estaba esperando a las once en punto de la mañana Loli responsable de la oficina de turismo, para explicarnos todos los pormenores de su bonito castillo.

El castillo data del siglo XIV y perteneció en su día a Alvaro Pimentel, Conde de Benavente, en él estuvo recluido por un tiempo Alvaro de Luna antes de llevarle a Valladolid para su ejecución.
El castillo conserva un pozo de más de 30 metros al que accedimos por una escalera de caracol, que puso a prueba nuestra resistencia  y nuestras defensas por lo fresquito que allí hacia  y el contraste con el bochorno del exterior. Curiosamente el castillo llego a pertenecer a Pío Del Río Hortega, ilustre medico portillano que lo recibió en herencia de su padre y que posteriormente lo dono a la universidad de Valladolid para que pudiera tener un mantenimiento adecuado y no dejarle abandonado, actualmente la Asociación “Amigos de los Castillos” se encargan de su conservación .
Posteriormente después de despedirnos de Loli y agradecerla su explicación y atenciones, nos dirigimos a visitar el taller de alfarería “El obrador del alfarero” donde Montse y su marido nos explicaron el bonito y duro trabajo de los alfareros, especie en extinción cuando los ocho existentes en la actualidad lleguen a la jubilación. 

Para darnos cuenta de la importancia de la alfarería en Portillo, decir que en el pasado hubo mas de cuarenta talleres alfareros. Los asocastr@nos que formamos la expedición no pudimos resistirnos a llevar algún recuerdo artesano de los múltiples que tenían a la venta a cuál más bonito.
Un vermucito previo a la comida no podíamos perdonar así que le tomamos y le adornamos con una ración de rabas con pimientos y otra de ajos con torreznos.

Comimos en el restaurante “Felu” donde previamente habíamos reservado y la verdad que comimos bien y lo mas importante pasamos un buen rato compartiendo charlas y anécdotas de la visita.
Una vez finalizada la comida y con el sol zurrándonos de lo lindo  nos dirigimos al Centro Provincial de Artesanía   -ARTIS- dónde nos explicaron la evolución de la artesanía a través de los tiempos y su utilidad para la vida cotidiana.

Una vez finalizada la visita y antes de salir de las instalaciones de ARTIS tuvimos la suerte de encontrarnos en una de las múltiples instalaciones del complejo, con un forjador dedicado principalmente a la fabricación de espadas y cuchillos replicas exactas a las que antiguamente utilizaban en las batallas y que muy atentamente nos explico en que consistía su trabajo.

Y así finalizo nuestra amena e interesante visita al pueblo de Portillo, de este grupo de  Asocastrn@s galdarros, ansiosos de conocer los encantos de pueblos y lugares castellanos.