Asocastrona pone la nota cultural del verano en Castronuño

Con la llegada del mes de agosto regresan algunas de las citas culturales imprescindibles de la asociación. Un año más hemos celebrado La Ruta de Los Hombres Chopo, Cantando al Fresco y La Gala del Festival Multicultural, en la que se hizo entrega del Premio Valores 2023 a nuestra vecina y compañera Victoria Velasco, Toya.

La Plaza de la Iglesia ha sido un escenario inmejorable para la realización de la gala 2023 del X Festival Multicultural de Asocastrona, un acto conducido por Oscar Modroño y Rosana de Castro. Durante el festival se ha contado con actuaciones realmente espectaculares que hicieron las delicias del público que llenaba el graderío de este emblemático espacio del Parque de La Muela.

La taede comenzó con uno de los sorprendentes bailes con los que Eduard y María deleitaron a los presentes. Durante la gala salieron a escena hasta cinco veces para bailar a ritmo de salsa y bachata con movimientos espectaculares, desde lo sensual a lo acrobático.

La parte cómica llegó de la mano de los humoristas vallisoletanos Ángel Ordoñez y Mario Salva, quienes hicieron reír al graderío con sendos monólogos llenos de ingenio. La música en directo estuvo a cargo de las clarinetistas del grupo Argul, Mónica Pinilla y Ana Castro. quienes interpretaron magistralmente varias piezas de diferentes estilos y épocas.

El momento más emocionante de la gala tuvo lugar con la entrega del Premio Valores 2023,  otorgado a nuestra vecina, compañera de Asocastrona y amiga Victoria Velasco, Toya. Un merecido reconocimiento a su trayectoria como activo cultural en el municipio y a su implicación con el movimiento asociativo de Castronuño. El premio fue entregado por el Presidente de Asocastrona, Quique Seoane, quien intervino para, además de dedicar unas palabras de reconocimiento a la premiada, también tuvo otras para Inmaculada Sánchez y Alejandro Alonso en agradecimiento por el desempeño de sus funciones como presidenta y secretario de Asocastrona durante 10 años.

 

En los dos días previos a la Gala del Multicultural, Asocastrona ha celebrado otras dos actividades que ya son tradición. Por un lado la V Ruta de los Hombres Chopo, un paseo senderista nocturno por la reserva natural. Unos cuarenta andarines participaron en esta ruta temática en torno a los fenómenos paranormales de Los Hombres Chopo, tres humanoides de gran altura que en 1985 tuvieron un encuentro con un vecino de Castronuño, caso que en el año 2019 fue objeto de estudio del programa de televisión Cuarto Milenio y que ya forma parte de la intrahistoria local.

Por otro lado, la noche del viernes tuvo lugar la X edición de Cantando al Fresco, actividad dirigida por Rosana de Castro, que trata de mantener vivo el legado cultural que suponen las canciones populares que han llegado a nuestros días por el traspaso oral de padres a hijos y de abuelos a nietos. Una actividad que contó con la participación de Carlos, Celsa y Aníbal, del grupo Folk Los Remeros del Zapardiel. La velada musical recibió también la visita del etnógrafo madrileño Eduardo Lozano, interesado en recoger la esencia de la actividad para después reflejarla en su web “ateneodesaberes.com”.

El verano sigue y en los próximos días volveremos con más actividades para continuar dinamizando la vida social y cultural de Castronuño.

 

EL “DUENDE” DE LAS NOCHES DE VERANO.

“Tus ojos me recuerdan las noches de verano…” Antonio Machado.

 

Con nuestro círculo simbólico de amistad y cántico, Asocastrona ha celebrado un año más la X edición de “Cantando al fresco”, la noche del viernes, 4 de agosto, en la Plaza de la Constitución.

A los 80 asistentes se han unido este año varios amigos del grupo de Foncastín y Tordesillas, “Los remeros del Zapardiel” y el etnógrafo Antonio Lozano, de Madrid, responsable del blog “Ateneo de saberes” y un amigo suyo venido desde Japón.

Contando con los mimbres infalibles de la música, la convivencia, la alegría (y la limonada de Mila Ferrín), la velada fue gozosa, como de costumbre.

Dirigió la reunión con maestría nuestra filóloga Rosana de Castro, y debemos mencionar también el reconocimiento tributado a la trayectoria cultural de Toya Velasco y aludir sin duda a la voz privilegiada de Quica Hernández dando el compás perfecto a cada tonada. Hay voces especiales como la suya, con duende, que siempre consiguen emocionarnos; Castronuño, pueblo de cante, contó con otras voces históricas como por ejemplo las de Paca Medina, Angelito, Antonia “la Castaña” o Teófilo “el Sastre”.

Ayudados por el libreto de más de sesenta canciones elaborados durante años hemos recordado y entonado las conocidas y queridas jotas, coplas y cantes: desde “Los labradores”, o “La tía melitona” a “La tarara” o “Los cuatro muleros”, y las imprescindibles “El palillo” y “La peregrina”.

De forma incansable nos seguimos reuniendo año tras año casi cien castronuñer@s y visitantes convencidos de la magia eterna de las noches de verano, el espíritu de la música y los valores del mundo rural. Si la vida tiene rigores, como réplica tenemos inteligencia para juntarnos al fresco, bajo las estrellas, a cantar y así compensar tales fatigas con la alegría compartida y la convivencia armoniosa.

Rosana nos hace cavilar cada año sobre los valores de la alegría y el canto compartido, señas de identidad de nuestros pueblos que parecen ahora en crisis, y meditar sobre la importancia de la cultura. Las siguientes palabras de Lorca sobre los libros valen para las canciones y para todas las manifestaciones artísticas de las que somos herederos y debemos ser guardianes y transmisores:

“Porque los hombres se mueren y ellos (los libros) quedan más vivos cada día, porque los árboles se marchitan y ellos están eternamente verdes y porque en todo momento y en toda hora se abren para responder a una pregunta o prodigar un consuelo.”

Existe, por el contrario, hoy en día otro modelo de ocio y entretenimiento “de moda”: podríamos llamarlo “watios y botellón”: no es la línea de Asocastrona. Ese modelo ahora triunfa entre los jóvenes, exitoso como el imperio romano, y nosotr@s luchamos, desde el respeto, pero a la contra como en la aldea de Astérix. Si estas líneas las lee algún joven pensad también que otras modas exitosas están provocando el deterioro de la ecología del planeta que deberíais disfrutar: cielos, aguas y tierras…

Conviene pensar sobre las modas y, como decían los romanos “Cui prodest “, ¿a quién benefician?...

Ojalá consigamos una apertura de Asocastrona a las jóvenes generaciones: viven rodeados de señuelos, reclamos y anzuelos de todo tipo…; aviso a navegantes: la cultura es el antídoto para que otros no piensen por nosotros.

Si se apuntan a nuestro barco esos jóvenes no confundirían, eso sí, como me pasó a mi esa noche, un micrófono con parabrisas con un ramo de tomillo; ese ramo que atesoraban entre sus manos las abuelas de Castronuño, como mi abuela María Santos, el cual es uno de aquellos símbolos sagrados compartidos grabados en nuestra memoria. Abuelas y abuelos recordados, (pasados de nuevo por el corazón), sobrevuelan la plaza cada Agosto y son los venerados siempre en esta noche… de verano.