Colaboramos una vez más en una nueva jornada del programa de voluntariado ambiental en parques naturales. Esta vez, con una actividad en la que han colaborado en su organización el Ayuntamiento de Castronuño y la Casa del Parque.
Cuando llegamos allí pudimos comprobar
una macabra escena que por desgracia es muy habitual, en el interior de la
pista había dos aves muertas. Se trataba de una tórtola y un verdecillo. Esperemos
que con la pega de las siluetas, estas sean las últimas muertes de aves en este
lugar, o que al menos, el número de bajas disminuya drásticamente.
Un total de 17 voluntarios de
todas las edades, de los cuales 7 eran socios de Asocastrona, han sido los
encargados de llevar a cabo esta actividad de modo distendido. Al finalizar,
como es costumbre cuando las actividades coinciden con el buen tiempo, hubo otro
momento lúdico, el almuerzo compartido mientras se saborea la satisfacción del
trabajo bien hecho.
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