martes, 31 de diciembre de 2024

AMIGOS EN LA NIEBLA. San Silvestre 2024

Llega el fin de año  y con él una bonita actividad convertida en costumbre: La San Silvestre Senderista y  sopera de Asocastrona, celebrada el pasado 29 de Diciembre, último domingo del año, en una jornada marcada por la niebla invernal típica de estos parajes castellanos.

Una de las formas más agradables que encontramos los socios y socias de Asocastrona de terminar el año es invitar a toda aquella persona que lo desee a juntarnos en una caminata por nuestro entorno cercano, la Reserva Natural Riberas de Castronuño, para acabar con unas deliciosas sopas de ajo a cargo de nuestro Master Chef y socio Eladio, sopas que calientan el cuerpo y animan la conversación.

No crean ustedes que es llegar y juntar agua, pan, pimentón y ajo, ¡No!. Las sopas están elaboradas al calor y el amor de la lumbre, con la receta del chef Eladio, que como buen druida, aporta su toque inconfundible a unas sopas que sientan de mil amores. Por supuesto, las sopas estuvieron acompañadas de un brindis en el que nuestro presi nos invitó a levantar los vasos por nuestros proyectos futuros y, como no, ¡Por Castronuño!

El fin de año nos da la oportunidad de echar la vista atrás, ser conscientes de todo lo vivido, todas las actividades realizadas  y celebrar el gran número de veces en las que hemos compartido momentos de concienciación medioambiental, creatividad y diversión.

Asocastrona prevé un 2025 de continuidad e ilusión renovada, no en vano acabamos de sumar ocho miembros nuevos a nuestra asociación, así que la familia de Asocastrona supera los 130 integrantes.

Y como no podía ser de otra manera, todos los socios y socias de Asocastrona deseamos un nuevo año lleno de salud y concienciación medioambiental en favor de  nuestro planeta, empezando por nuestro pueblo.

¡ Feliz 2025 ¡









viernes, 6 de diciembre de 2024

Museo de las Villas Romanas Almenara-Puras (MVR) y el Palacio del Caballero de Olmedo

 

La mañana amaneció fresquita, pero iniciamos la excursión con ganas de compartir un buen día visitando el Museo de las Villas Romanas Almenara-Puras (MVR) y el Palacio del Caballero de Olmedo.

El museo MVR nos acogió con un vídeo introductorio que nos situó en el contexto histórico, geopolítico y cultural de la época romana del siglo IV.

… Y, “aparte de los acueductos, el alcantarillado, la sanidad, la enseñanza, el vino, el orden público, la irrigación, las carreteras y los baños públicos, ¿Qué han hecho los romanos por nosotros?” … (La vida de Brian). Ya sabemos que muchísimas otras cosas. Y en el museo nos enseñan algunas de ellas, como por ejemplo que los bikinis ya los usaban las mujeres para entrar en los baños públicos.


Su exposición permanente trata sobre la estructura social, el aprovechamiento y disfrute de la naturaleza, sus creencias, algunas profesiones y las actividades de ocio como el teatro o recitales musicales y poéticos. Es reseñable que por entonces entendieran el ocio como un momento para el desarrollo de las virtudes personales. Tuvimos la suerte de encontrar una exposición temporal dedicada a “La salud en la antigua Roma”, con réplicas artesanales de instrumental médico de esa época, comisariado por Juan Melchor.


El final de esta exposición es la puerta de entrada a la nave que alberga los restos arqueológicos. Muestran la distribución y ornamento de las estancias según fueran públicas o privadas. Desde unas pasarelas elevadas se puede admirar la complejidad de los mosaicos y el sistema de calefacción (lo que por estos lares conocemos como “la gloria”) que, a su vez, caldeaba el agua de las termas.


De entre los mosaicos, destacan dos: una escena mitológica protagonizada por Pegaso que decoraría con mucha probabilidad una estancia destinada a eventos sociales; y otro, unos peces y decoración vegetal en el suelo de una piscina para que diera la sensación de estar sumergido en las aguas vivas y naturales de algún arroyo.

Para terminar la visita a este museo, entramos en la reproducción a escala de una casa romana tipo. La verosimilitud de los detalles en sus estancias le han valido para ser el escenario escogido de la serie titulada “El corazón del Imperio”, en la que actúa Aitana Sánchez Gijón.

Desde allí, nos trasladamos a otra época algo más cercana a nuestros tiempos de la mano de Lope de Vega; primera mitad del siglo XVII. El Museo Palacio del Caballero de Olmedo nos va guiando, a medida que avanzamos por sus salas, por el contexto en el que se creó esta obra de teatro: la Castilla convertida en imperio con el descubrimiento de América; que vivía su siglo de oro de las letras, en el que Lope de Vega rivalizaba con Quevedo en los corrales de comedias y teatros; historias de duelos entre caballeros por honra y poder escondidos entre visos de amor por una dama. Los audiovisuales requieren que las salas estén a oscuras, por lo cual aconsejamos ir provistos de algún artilugio que brinde un poquito de luz para tener mayor sensación de seguridad al moverse de una estancia a otra.

Justo a la salida de este museo nos encontramos con la Corrala de Comedias donde se celebra el Festival de Teatro Olmedo Clásico. Merece la pena echarle un rápido vistazo e imaginarse allí sentado disfrutando de uno de sus espectáculos.

Comimos en Los Marinos, un restaurante de comida y trato estupendos que nos proporcionó calor para continuar la excursión esa tarde.

Quedamos con Carlos Esteban, Esther y Mariano, integrantes del colectivo Cultivando Olmedo. Gracias a su inagotable conocimiento y hospitalidad, aprendimos mucha historia y curiosidades de la villa. Comenzamos en la Iglesia de San Miguel, que alberga en sus entrañas la Cripta de la Soterraña. El conjunto es un ejemplo magnífico de mezcla de estilos digno de visitar por su excepcionalidad. Puede resultar sorprendente encontrar en la nave de entrada un sepulcro decorado con símbolos típicos de las culturas islámica, judía y cristiana, que hace patente la convivencia de las mismas en tiempos de su creación.

Pudimos contemplar algunas tallas utilizadas en los pasos de Semana Santa, guardadas temporalmente en esa iglesia mientras se realizan obras de conservación en su sede habitual.

Abandonamos el acogimiento en sagrado y emprendimos camino hacia las calles y plazas pasando bajo el Arco de San Miguel, contiguo a la iglesia del mismo nombre que acabábamos de abandonar. Es una de las siete puertas de entrada que había en la muralla, de las cuales actualmente solo se conservan dos.

Calle San Miguel abajo, en su cruce con las Cuatro Calles, se ha construido una casa de factura moderna que ha adosado un arco de un monumento antiguo, gracias a lo cual el arco sigue existiendo.

Al salir de la calle San Miguel y entrar en la calle Buenavista, nos encontramos con la Gran Posada La Mesnada, casa solariega construida hacia el año 1517, albergue testigo de muchos actos de la alta sociedad.

Un poco más adelante, llegamos a la plaza de San Julián, donde se encuentra el Museo Palacio del Caballero de Olmedo. Carlos nos ofreció su particular versión de los hechos que inspiraron la creación de la susodicha obra de teatro y su coplilla.

Finalizamos el recorrido en la fachada de la Iglesia parroquial de Santa María del Castillo.

Volveremos, pues nos han quedado muchas cosas que ver e historias que escuchar.

Obsequiamos a los guías anfitriones con algunos productos galdarros: molletes, miel y vino, como detalle de agradecimiento y prueba de amistad.

Por supuesto, quedan invitados a visitar nuestro pueblo con la misma cortesía que nos han ofrecido ellos.