Este fin de semana, un grupo de asocastron@s acompañados de
amigos y amigas nos hemos vuelto a poner en ruta para hacer una nueva etapa del
Camino de Santiago de Levante. Esta vez tocaba Zamora-Granja de Moreruela en
dos etapas, pernoctando en Montamarta.
Una vez llegados los 18 participantes, comenzamos a caminar
en la ciudad de Zamora, con alguna dificultad para salir de ella, puesto que
alguna flecha inducía al error durante un tramo de obras y esto hizo que nos equivocáramos
de senda.
Una vez que nos reencontramos con las flechas amarillas en
la carretera de “La Hiniesta”, proseguimos la ruta sin mayor problema,
disfrutando del paisaje y de los cambios de color que los campos de Castilla
proporcionan a la vista. Verdes, amarillos, marrones en sus diferentes
tonalidades, todos ellos con la intensidad propia de la primavera.
Primera parada: Roales del Pan, donde nada más llegar, nos
sorprendió un museo escultórico al aire libre muy singular. En este municipio hicimos
la primera parada técnica para reponer algo de fuerzas y continuar con nuestro
peregrinaje hasta Montamarta por un camino de concentración parcelaria que
parecía no acabar nunca.
Por fin avistamos Montamarta, y una vez allí nos instalamos
en Casa Rural “Tío Bartolo”, en la que el grupo pudo disfrutar durante el resto
de la jornada de una maravillosa chaparrada de agua a resguardo, pero sobre
todo de una divertida y enriquecedora convivencia. Avanzada la tarde, cuando el
dios de la lluvia tuvo a bien darnos una tregua, pudimos salir a conocer el
municipio donde nos alojábamos y disfrutar de sus bonitas vistas en las
estribaciones del embalse de Ricobayo. Al regreso del paseo y tras la cena, celebramos
el cumpleaños de Amalia con una riquísima chocolatada nocturna por cortesía de
la cumpleañera. ¡Felicidades Amalia!
Al día siguiente retomamos el caminar desde temprano. De
nuevo pudimos avistar bonitos paisajes en las inmediaciones del embalse y a continuación atravesamos
alguna que otra zona boscosa con multitud de especies vegetales. Más adelante, el camino
discurre paralelo a la autovía de la Ruta de la Plata, en una zona que también se
encuentra en obras, y aunque la señalización era buena los cambios hechos en
las mismas producidos por las obras llevan a confusión. En algún momento perdimos la pista de las
flechas amarillas y nos las tuvimos que ingeniar para llegar a Fontanillas de
Castro, donde nada más llegar nos encontramos con una divertida sorpresa. Allí hacía parada un autocar de hinchas del equipo de fútbol Real Oviedo y en un momento
hicimos un divertido hermanamiento entre Asocastron@s y ovetenses. ¡Muy rica la
sidra y la empanada amigos! ¡Puxe Asturies!
En Fontanillas de Castro hicimos la parada reponedora de la
jornada para continuar después nuestra caminata pasando por Riego del Camino
para llegar a Granja de Moreruela.
Allí buscamos donde poder comer y nos dirigimos al Teleclub
del pueblo-comedor social-centro de recepción de peregrinos, donde aunque
había gente comiendo, se negaron a darnos de comer. Tuvimos que ir al otro bar
del pueblo,en el que comimos y bien.
Para acabar la jornada, visitamos los restos del Monasterio
de Santa María de Moreruela. Unas ruinas de gran belleza que recuerdan la
importancia pasada del municipio. En sus inmediaciones se encuentra una importante
zona de reproducción de garzas reales con una colonia de estas aves que cuenta con más de medio centenar de nidos.
Llegó el momento del regreso y de las despedidas, pero con el
ánimo encandilado para afrontar la siguiente etapa que nos llevará hasta
Tábara.
¡Buen camino!
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