La llegada del carnaval trae a Castronuño su “domingo gordo” y con él, una de las celebraciones más tradicionalmente arraigadas y originales que se celebran en el municipio.
La fiesta de los quintos se viene celebrando desde tiempos inmemorables. Antes, los Quintos sólo
lo celebraban los hombres que durante ese año iban a ir al servicio militar,
pero desde mediados de la década de los 80 las mujeres también se incorporaron
a esta celebración.
Los festejos, que duran cuatro días, tienen su momento
álgido durante la tarde del domingo de carnaval, domingo gordo en Castronuño, cuando
todo el pueblo se reúne en una de las carreteras de entrada a la localidad para
escuchar a los quintos “echar el verso”.
A las tres y media de la tarde, los quintos, ataviados de
mantón de manila y sombrero con cintas desfilarán a caballo y acompañados de
una banda de música desde el Ayuntamiento hasta la calle Carretejar y una vez
allí, el público ocupará la calzada y los laterales de la carretera para crear
un semicírculo frente al cual irán pasando los quintos y quintas. Ha llegado el momento de “echar el
verso”.
Foto: Raúl Gutiérrez |
Foto: Raúl Gutiérrez |
Los versos, siempre escritos en clave de humor, contarán
la procedencia familiar del quinto, así como anécdotas y andanzas del mismo o
de familiares y amigos, episodios ocurridos en el pueblo durante el año
anterior, análisis social y político etc…
Colgando de una cuerda que atraviesa la carretera de lado
a lado está el avión de las cintas. Los
quintos harán en el verso una dedicatoria a aquellas personas más queridas a
las que regalarán las cintas que saquen del avión. Después, estos afortunados lucirán
en el cuello dichas cintas, orgullosos de tan preciado agasajo.
Tras los versos, la gente se echará a los lados de la
carretera, dejando libre la calzada para que los caballos tengan espacio para
correr. Ha llegado el momento de “Correr
las cintas”.
Con una especie de pistola de madera con forma de punzón,
los quintos han de pasar galopando bajo el avión y coger tantas cintas de
colores como sean capaces para después regalarlas a sus seres queridos. Eso sí,
tendrán que evitar sacar la cinta negra puesto que aquel que la saque tendrá que pagar
una botella para invitar al resto de quintos.
A partir de que se haya sacado la última cinta, los
quintos bajarán de sus caballos y recorrerán las calles y bares del pueblo al
son de una charanga. Entre las canciones que bailarán, por supuesto estará “El
Palillo”, canción popular que da pié a otra celebración tradicional de Castronuño,
“el baile del palillo, pero de esto hablaremos otro día.
Desde Asocastrona hemos querido dedicar estas líneas a
esta celebración tan arraigada y entrañable para los castronuñeros y castronuñeras.
Una fiesta que entre todos debemos de conservar y potenciar para que la
tradición se mantenga.
¡Viva los quintos y quintas del 2014, los anteriores y
los que estén por llegar!
No hay comentarios:
Publicar un comentario