Como cada Domingo Gordo de Carnaval, cumpliendo la tradición
local, los quintos y quintas de Castronuño volvieron a “echar sus versos” ante
un público emocionado y orgulloso de mantener en el tiempo la que sin duda es
la fiesta ancestral más emblemática y singular del municipio.
Esta original celebración cuyo origen se pierde en el tiempo,
no deja indiferente a nadie. Tiene su momento álgido cuando los quintos y
quintas, uno a uno a lomos de sus caballos y sombrero en mano, recitan un verso
en el que cuentan su procedencia, vivencias personales y familiares, asuntos de
actualidad local y nacional etc…
Tras los versos los quintos y quintas “corren las cintas”
que arrancarán del avión con ayuda de un punzón de madera, para después colgarlas
en el cuello de aquellas personas importantes en sus vidas.
Desde Asocastrona queremos rendir un pequeño homenaje
mediante este artículo a esta fiesta con la que, como todos los castronuñeros,
nos sentimos identificados. También queremos destacar y agradecer la labor “oculta”
de aquellos poetas locales que se dedican a hacer versos de quintos. Sin su
complicidad e imaginación esta fiesta no tendría el mismo color.
¡El
año que viene más!
de este Duero que nos baña.
si habláramos de su magnífico vino,
sería una buena añada.
En hablando de nuestros quintos,
ha sido una buena quintada.
han hecho que disfrutemos un año más
de otra amena, divertida,
singular y entrañable velada.
Dos Marías, dos Danieles,
Guillermo, Cristina, Javier y Paula,
y mozas de buena planta.
A todos queremos agradecer
su valía y su templanza,
cualidades para un quinto
que no han de echarse nunca en falta.
Agradecerles también
que nos hayan entretenido y emocionado
con sus relatos y sus chanzas
que han hecho un año más
que nuestra tradición siga viva,
que nos inunde la añoranza
a todos los que un día fuimos quintos y quintas,
quintos de otra buena quintada.
¡He dicho señores!
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